Desde épocas romanas y árabes se conoce como “baños” a las diferentes técnicas de inmersión del cuerpo o de alguna de sus partes en agua a una temperatura determinada durante un tiempo. Los beneficios de los “baños” para la salud son reconocidos desde estas épocas y pasaron a ser un rito no sólo higiénico, sino social. Los baños y balnearios son por tanto una parte más del patrimonio hidráulico. Con esta entrada me gustaría introduciros los balnearios de la provincia de Castellón porque, aunque ahora sólo nos queden tres, fueron un gran número y de gran relevancia económica para la provincia.
A finales del siglo XVIII el botánico Cavanilles y el médico militar Francisco Josef Lemos documentaron en sus textos la existencia de unos baños en Villavieja de Nules (la Vilavella) y nombraron la existencia de otros manantiales en la provincia de Castellón, por lo que se puede afirmar que la historia mineromedicinal de las aguas de la provincia de Castellón cuenta con más de un siglo de historia. Estos establecimientos se abrieron con la intención de huir de las ciudades y evadirse de su contaminación, pero también era frecuente que los médicos recomendasen “tomar los baños” para aliviar dolencias ante la carencia de medicamentos, así que esta actividad se puso de moda entre las clases más pudientes de la época. Posteriormente pasaron a verse como un negocio y una fuente de turismo para estas pequeñas localidades, donde estos establecimientos termales llegaron a suponer un gran motor económico. (Sanz Marco y Marco Torres, 2015)
El tiempo ha pasado y la guerra civil ocasionó que muchos de estos balnearios cerraran o no pudieran seguir ofreciendo esta actividad. En la actualidad los balnearios hidrotermales con aguas mineromedicinales de la provincia de Castellón se ubican en Benassal, Montanejos y la Vilavella. En esta entrada se introducirán las principales propiedades químicas y físicas y las dolencias que alivia el agua de cada uno de estos balnearios:
Balneario de Benassal
La fuente de agua mineromedicinal de la localidad se llama Fuente de En Segures y ya era conocida desde el siglo XVI. Es un manantial perenne abundante cuya agua es clasificada como agua mineromedicinal desde el año 1928, y que en 2020 ha conseguido el galardón a mejor agua del mundo (“Superior Taste Award 2020”) por el Instituto Internacional de Sabor y Calidad (iTQi) de Bruselas (El Mundo, 2020).
Es un agua rica en calcio, bicarbonatada mixta y baja en sodio que surge a 10,5ºC. Desde 1946 se recomendaba su consumo para infecciones urinarias y cálculos renales por ser diurética y buena para la retención de orina, y también era recomendada para reumatismo y afecciones de estómago. El balneario actual se inauguró en el verano de 2011 y dispone de dos plantas: una de ellas dedicada por completo al termalismo y una segunda dedicada a consultas médicas y fisioterapeutas y salas para actividades físicas. Los tratamientos de la primera planta se centran en los dolores de espalda y rodilla, pero también son una zona de relax y bienestar. Las temperaturas de los baños son entre los 37 y 39ºC para los calientes e inferiores a 34ºC para los fríos. Dispone también de vaporarium para inhalar los gases y vapores del agua minero medicinal, y chorros a presión que se aplican en las zonas con dolor para emular el masaje manual. En resumen, los tratamientos termales del balneario de Benassal son:
- Circuito termal
- Chorros a presión
- Pediluvios
- Ducha circular
- Vaporarium
- Baños
- Ducha Vichy
- Aerosoles
- Parafangos
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