A finales del siglo XIX y principios del XX, algunos molinos se transformaron, utilizando el salto de agua para colocar turbinas productoras de electricidad, naciendo lo que se denominó como fábricas de luz. Pero la aparición de fábricas productoras de harina fue el detonante para la gradual desaparición de los molinos, que sólo en la época de la posguerra tuvo un repunte para compensar las estrecheces impuestas en el control de la harina. Hay que destacar que algunos molinos, en la época de industrialización a mitad del siglo XIX, se convirtieron en fábricas textiles o papeleras, como el caso de la fábrica Giner en Morella. Prácticamente ningún molino no llegó activo a finales del siglo XX.
El molino típico valenciano es el molino hidráulico de carrete horizontal. Se trata de molinos que utilizan saltos pequeños hidráulicos porque a través del impacto de un rayo de agua se mueven las palas de un rodete que mueve la muela que produce la molida. El agua es captada desde una balsa, río, canal o acequia. La estructura típica de un molino es de dos salas, una superior, o sala de muelas donde está la muela y las máquinas auxiliares para las tareas de moltura, y una inferior, Carcau, donde está el rodete que impulsa la muela al chocar el agua en sus álabes. El agua cae por una rampa para salir a presión por el pany o botana. El chorro choca contra los álabes produciendo el movimiento. Desde la sala donde está la muela se puede controlar el caudal. El engranaje del molino consta de una eje vertical, usualmente de madera, llamado árbol, que se une a la muela mediante una pieza de metal denominada lavija. En la parte inferior, el eje descansa sobre una pieza de metal en forma de cono llamada aguja. El carrete con los álabes, realizado de madera, se colocaba entre el eje y la aguja. El eje, con su punta inferior de metal, rueda apoyado sobre un pieza metálica cúbica, denominada dado, que descansa sobre un banco de madera.
Para el control del grado de moltura se podía regular la altura de la muela. El grano se aboca en la tolva, un recipiente troncocónico que deja caer el grano al ojo de la muela. Las muelas son dos: la superior que gira y la inferior que está fija. Una vez pasa por la muela, el grano ya molido se convierte en harina. Alrededor de la muela se coloca una pieza de madera circular, el harinal, que recoge la harina y la deposita en la harinera.
Un caso de estudio es el conjunto de molinos harineros de Culla al río Molinell. Allí, en uno de los cortijos (lo Molinell), se sitúa un conjunto de seis molinos. En la zona se dan frecuentes afloramientos de aguas, cosa que ha facilitado su uso escalonado para alimentar el conjunto de molinos. Su molino más antiguo, el molino de Toni, fecha de la época andalusí. Es un conjunto representativo del uso y costumbres de los habitantes que poblaban el entorno en las diferentes épocas. También es un ejemplo de la situación actual de los molinos, mal mantenidos los que se restauran y en abandono los restantes. Ejemplos de conjuntos de molinos también los podemos encontrar al municipio de Coves de Vinromà. En este caso solo vestigios del que fue un importante conjunto de molinos harineros que también se remontan en algunos casos a la época andalusí.
Fdo.: Sergio Chiva
Deja una respuesta