Castelló y los deseos del rey Barbut

El nacimiento de las ciudades tiene orígenes muy diversos que los podemos agrupar en cuatro. Un origen hidráulico (fácil producción de alimentos gracias al tipo de suelo o el clima), económico (cruce de caminos mercantiles), militar (fuerte protegido del exterior) o religioso (la ciudad como templo).

En muchas ocasiones, la organización del territorio alrededor de las ciudades ha estado determinada durante siglos por el abastecimiento agrícola (Thünen,1820). En el famoso fresco la “Alegoría del Buen Gobierno” de Lorenzetti (Imagen 1), donde se muestra el funcionamiento de la ciudad toscana ideal en el siglo XIV, sale representada en la parte central la puerta de la muralla, que comunica la ciudad con el campo del cual se alimenta. No es casualidad que la raíz latina agro- también da significado a aquella zona rural que algunas ciudades designaban como tal dentro de su jurisdicción.

Imagen 1: “Alegoría del Buen Gobierno de Lorenzetti” Fuente: https://arte.laguia2000.com/pintura/el-buen-y-el-mal-gobierno-de-lorenzetti

En el caso del nacimiento de Castelló, la hipótesis más extendida es la del traslado que se produjo en 1252 desde la Magdalena, punto elevado desde donde se vigilaba bien el territorio de alrededor, a la alquería mora de Benirabe, zona llana donde era más fácil cosechar y vivir. 

La ciudad de Castelló creció en la llanura, entre los campos de huerta y naranja, siendo el agua y su distribución por las diferentes acequias, un elemento clave para su crecimiento. Su regadío de origen cristiano medieval bebía del río Millars. En palabras del propio V. Traver “Lo fundamental era y sigue siendo el riego. Se tomaba entonces las aguas del Millars en un azud rudimentario situado a la altura de la hoy denominada Casa de las Rejas, algo aguas abajo del puente del ferrocarril.” El regadío es un sistema casi milenario que caracteriza no sólo a la ciudad de Castelló sino a todo el paisaje de la Plana.

Imagen 2: Ciudad de Castelló al 1588. Fuente: Traver, V. Antigüedades de Castellón de la Plana.Castelló de la Plana: Excm. Ajuntament de Castelló, 2008

Las acequias marcaron la estructura urbana, los caminos seguían su trazado y unían las diferentes alquerías, nombres que seguro que nos suenan: Fadrell, Censal, Borrassa y Vilamargo, Almalafa, Benadressa, Estepar, Senillar… Nuestra toponimia está muy vinculada al campo y no es de extrañar tampoco que nuestra hidronimia relacionada con el riego sea rica y variada. Acequia, filas, acequias menores, brazos, boteras, canales, canaletas y cabezales, cenias, pozos, molinos, etc.

Imagen 3: Acequia calle Gobernador. Fuente: Castellón en el recuerdo. Castelló de la Plana: Levante de Castelló, 1992 y Castelló en blanc i negre. Castelló de la Plana: Ediciones Tivolí, 2009
Imagen 4: Acequia Mayor. Fuente: https://recuerdosdecastellon.wordpress.com

El antiguo cruce de caminos denominado El Toll es actualmente la plaza María Agustina. En una de las esquinas de esta plaza, se encontraba el lavadero de la ciudad y bajo el empedrado corría la acequia Major. Bajo la plaza, en el cruce de la acequia Mayor y la Coscollosa, el “sequier major o el mosso” se ocupaba de dar agua a la huerta vieja. Por ejemplo, aún hoy, la acequia Coscollosa pasa silenciosa bajo la calle Alcalde Tàrrega o la acequia Mayor bajo la calle Gobernador (Imagen 3 y 4). Antiguamente, la ciudad se convirtió en un complejo entramado en el que calles, caminos y acequias se confundían (Imagen 5).

Imagen 5: Castelló en el siglo XVI. Fuente: Traver, V. Antigüedades de Castellón de la Plana.Castelló de la Plana: Excm. Ajuntament de Castelló, 2008

Pese que durante la industrialización no se rompió esta vinculación con el agua, también se produjo un gran avance urbano a través de una construcción desmesurada. Por una parte, muchas fábricas de la Plana, sobre todo del sector cerámico, se situaron al lado de los saltos de molinos para aprovechar la energía hidráulica. Por otra, la ciudad creció a través de muchos barrios totalmente residenciales que siguen pocas premisas previas, de espalda a los campos, convirtiendo en vulnerables (especulación, degradación, abandono…) los terrenos agrícolas del límite construido, olvidando sus raíces.

Y, conforme han avanzado los años, se ha producido por desgracia un olvido de esta toponimia, de nuestra vinculación urbanística con la estructura agrícola y nuestro vínculo con este paisaje que rodea nuestra ciudad. A. Porcar lo sintetiza muy bien en “Les arrels d’un lledoner”: “en Castelló destruímos cualquier vestigio de aquello que fuimos, como los indios de las películas de John Wayne”.

En los últimos años, varias iniciativas municipales intentan volverse a acercar tanto al patrimonio hidráulico como al campo. Algunas de las actividades llevadas a cabo son visitas guiadas al Molí de la Font (Imagen 6) o marcar rutas entre los naranjos. El patrimonio hidráulico forma parte de nuestro capital territorial (J.Requejo, 2009). Sigue siendo mucho, no perdamos más. En la leyenda de la ciudad, el Tombatossals, ya lo anuncia el rey Barbut Es deseo de esta corona que nuestro reino vuelva a ser bello y exuberante: lleno de flores y frutos, todo sembrado, sin ninguna fiera, con agua caudalosa y sin rincón de maleza”. Pues bien, ¡que así sea!

 

Fdo.: Teresa

Imagen 6: Foto del Molino de la Font. Fuente: Ajuntament de Castelló Turisme, Castelló de la Plana 6 d’octubre 2019, https://www.castellonturismo.com/que-hacer/parques-naturales/el-moli-de-la-font/

Bibliografía

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Arasa, F., Gimeno, L. La toponímia del terme municipal de Castelló de la Plana. Castelló de la Plana: Excm. Ajuntament de Castelló, 1993

Castellón en el recuerdo. Castelló de la Plana: Levante de Castelló, 1992

Castelló en blanc i negre. Castelló de la Plana: Ediciones Tivolí, 2009

Fernández, J.L., Morán, N. Raíces en el asfalto. Pasado, presente y futuro de la agricultura urbana. Madrid: Libros en Acción, 2015

Glick, T., Guinot, E., Martínez, L. Els molins hidràulics valencians. Tecnologia, història i context social. València: Estudio universitarios, 2000

Grup l’Entorn. La meua comarca La Plana. València: Gregal Llibres, 1988

Martín, A. Introducció al curs. Les ciutats, un món canviant. Ciutats en la història. Escola Tècnica Superior d’Arquitectura de Barcelona, 2011

Pascual, J. Tomabatossals. Adaptació de Miquel Carceller i Ivan Duch. Castelló de la Plana: Ellago Ediciones, 2005.

Porcar, A. Les arrels d’un lledoner. València: L’eixam edicions, 1995

Requejo, J. Clases de capital territorial. Clases de capital territorial y desarrollo sostenible. Málaga : Resumen de conferencia en el Congreso Internacional de Ordenación del Territorio, 2007 

Rosselló i Verger, V. Viles planificades valencianes medievals i modernes. València: Publicacions de la Universitat de València, 2017

Traver, V. Antigüedades de Castellón de la Plana.Castelló de la Plana: Excm. Ajuntament de Castelló, 2008

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